«Éste libro presenta la grandeza humana en sus diferentes expresiones y nos muestra las raíces mismas de toda creatividad humana. En un mundo deshumanizado e individualista, nos llama a hermanarnos y a proteger la vida. Con las raíces sumergidas en los instintos, el árbol de la inteligencia suprema crece, organizado por la afectividad. Su tronco es la afectividad y sus ramas son la expansión de conciencia y el amor infinito, que al integrarse generan la ética. Nos propone una concepción acerca de la génesis afectiva de la inteligencia.» (Cecilia Toro en Toro, 2014, p.13)